martes, 2 de agosto de 2016

Salvar al hipopótamo Hans

Königsberg, la capital de Prusia hasta 1945, fue arrasada en la Segunda Guerra Mundial. A los bombardeos de la fuerza aérea británica le siguió un duro asedio del ejército soviético. En abril de 1945 la guarnición de la ciudad se rindió y los soviéticos se hicieron con el control.

El zoo de la ciudad no escapó a la destrucción. Apenas quedaban 4 animales vivos: un hipopótamo, un ciervo, un tejón y un burro. El primero era el que peor estaba de todos. Fue encontrado en una zanja con 7 heridas de bala, y llevaba varios días sin comer ni beber.

El 14 de abril un técnico veterinario fue asignado al hipopótamo, bautizado "Hans". La misión de Vladimir Petrovich Polonsky era salvar al animal. Su informe "Historia del tratamiento a un hipopótamo" se ha conservado en los archivos, y empieza con una descripción del paciente:

- Paciente: Hipopótamo, 18 años de edad.
- Estatura: Grande.
- Nombre: Hans.
- Presenta 7 heridas, otras dos auto infligidas.
- Lleva 13 días sin comer o beber.

Polonsky le dio de manera inmediata agua. Posteriormente pasó a leche y remolacha rallada. A los 3 días Hans dejó de comer. Polonsky no dudó y para estimular el apetito le dio 4 litros de vodka. También se le hizo un enema con 4 cubos de agua destilada. 

Hans junto a un soldado soviético (Copyrigth desconocido).

La medida funcionó, y volvió a comer. El problema es que Hans intentó salir de la zanja, pero volvió a caer al estar borracho, haciéndose otras dos heridas. La más grave de 25 x 27 cms y 4 cms de profundidad.

Tras dos semanas el animal volvió a dejar de comer. Polonsky recurrió de nuevo al vodka, despertando el apetito. El problema es que ahora sufría de estreñimiento. Después de más vodka y otro enema volvió a comer, aunque había días en los que no tenía ganas. Para solucionarlo se cambiaba la dieta.

Tres semanas después Polonsky pudo afirmar en su informe que el hipopótamo se había salvado. Un mes y diecinueve días más tarde estaba totalmente recuperado, por lo que empezó a entrenarle para que pudiese ser montado en el zoo.

Parece que Polonsky se encariño con Hans, porque escribió una carta al director del zoo de Moscú recomendando que Hans y otros animales no fuesen trasladado a la capital soviética porque sufrirían mucho con el clima, sobre todo en invierno.

Al final no hubo traslado, y el 27 de junio de 1947 el zoo de Kaliningrado abrió sus puertas. Hans estaba entre los 50 animales, y allí siguió viviendo otros 30 años

Fuentes y enlaces de interés:

- http://www.feldgrau.net/forum/viewtopic.php?t=28994
- Battleground Prussia, The Assault on Germany’s Eastern Front 1944-45, de Prit Buttar, ediciones Osprey (2010).

6 comentarios:

  1. El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. Fantástica entrada Alejandro.

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  2. Hans no tenía ni hambre ni sed sólo síndrome de abstinencia, solución Vodka y más Vodka, jajaja

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  3. Me sorprende gratamente que entre tanta barbarie y destrucción todavía quedara alguien con un atisbo de humanidad ( o animalismo y vodka en éste caso ). Magnífica y esperanzadora entrada Alejandro. Un saludo.

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  4. gran historia (no todo es matadero) y yo que desprecio los licores por ser abstemio

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  5. Esta historia me ha recordado la del hipopótamo de leningrado. http://historiasdelahistoria.com/2014/11/28/belle-la-hipopotamo-que-sobrevivio-al-sitio-de-leningrado

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