jueves, 4 de enero de 2018

Entrevista con el Mayor-General Yuri Tolokniy, responsable de la logística de las fuerzas terrestres ucranianas

La agencia de noticias “Oboronno-Promyslovy Kuryer“ ha entrevistado al Mayor-General Yuri Tolokniy, responsable de la logística de las fuerzas terrestres ucranianas. Desde que comenzó la crisis en el país, casi toda la información se ha centrado en el frente de Donbass, por lo que la logística no ha recibido tanta atención. Esto último ha sido un problema debido a la falta de equipos de comunicación, munición, repuestos y la situación en los arsenales. Tolokniy hace un repaso de todo ello en la entrevista. Sus declaraciones sobre el T-64BM Bulat han tenido mucho eco en medios especializados rusos y ucranianos. El texto que sigue es un resumen de los puntos principales.

La situación con la munición es muy seria. A día de hoy hay un número de calibres para los que la munición escasea (fusiles, artillería y cohetes). No hay nada para sustituirla y decrece de manera constante. En Ucrania sólo se producen pequeñas partidas. Tolokniy no se ocupa del asunto, pero hay varios problemas. Muchos ven la importación de munición como una solución, pero al ser armamento soviético no hay tantos productores. La munición OTAN es diferente. Además, al ser un equipo letal el proceso se complica. 

Lo principal es organizar completamente la producción de los calibres necesarios, en calibres pequeños, por lo menos de 5,45 a 14,5 mm. En cuanto a la artillería, este año el consumo es más estricto. En el primer año de conflicto el consumo fue colosal, completamente incontrolado. Si no se hace nada en un año o dos la situación será crítica, en tres como mucho.

Munición almacenada en Ucrania (military-informant).

En la Marina el problema de la vivienda es muy serio, en la Fuerza Aérea sabe que la situación con los repuestos y el deterioro de los equipos es difícil. Se extiende constantemente la vida de los equipos, pero la mayoría de aeronaves no vuela. Tras la independencia la red de aeropuertos quedó destruida.

En cuanto a los blindados, en general todavía tienen una gran vida útil, pero todo esos equipos son obsoletos, y el potencial de modernización está prácticamente agotado. Algunas variantes modernizadas han sido un fracaso en combate. Por ejemplo, los T-64BM Bulat se han mostrado poco eficientes debido al peso excesivo y débil motor. Han sido transferidos a la reserva, y sustituidos por T-64 de variantes anteriores. Es necesario fabricar nuevos vehículos, pero esto plantea otros problemas. Del BM Oplot sólo hay un ejemplar en el Instituto de Fuerzas Acorazadas de Jarkov. La pregunta es sobre la financiación de compras y producción en serie. 

Desde el 2014, muchos de los esfuerzos relacionados con las FFAA ucranianas y la atención mediática se ha concentrado en la zona ATO. Sin embargo, una parte importante de los principales problemas está fuera de ella. Las operaciones han creado una nueva serie de dificultades. El vicecomandante ya ha hablado de las dificultades de desplegar tropas, y la situación en las bases, arsenales e industria de munición.

Cuando llega el invierno, la primera necesidad es combustible. Es necesario utilizar combustible de invierno. Ya ha habido varios escándalos sobre esto. También hay que entregar puntualmente carbón y madera. La eficacia del sistema ha mejorado en comparación a años anteriores, pero sigue dejando mucho que desear.

Los problemas claves no están relacionados con la zona ATO. Esta se encuentra bajo el escrutinio de los líderes políticos y militares, por lo que la mayoría de problemas se solucionan. La estabilización del frente también ayuda. Las unidades rotan en los mismos lugares y se han establecido las condiciones necesarias.

El problema es en otras regiones, el principal de los problemas son las instalaciones donde las tropas tienen que recuperar la capacidad de combate. Estas instalaciones son tiendas de campaña, y después de 1 año y medio estas tiendas ya no son adecuadas. El otro gran problema es el de las instalaciones permanentes. Se han creado nuevas unidades militares, pero es necesario equipar bases con casas, barracones, lavandería, baños… en caso contrario las condiciones en la retaguardia son como en el frente y no se puede recuperar esa capacidad de combate. Se había planeado construir una “ciudad militar” para dos brigadas, aunque posteriormente se redujo a una. A día de hoy sigue siendo una ciudad de tiendas de campaña, aunque se deberían de haber instalado barracones prefabricados. La construcción sigue, pero no hay fechas límites para la inauguración.

En el 2005 se adoptó el programa de seguridad de bases, almacenes y arsenales. La primera pregunta es cuanta munición se debería guardar. Es necesario identificar el qué y cuánto hace falta: una reserva militar, operacional y estratégica. Antes de la guerra los almacenes estaban atestados de munición. Con la reducción de unidades y transformación de divisiones en brigadas la munición se mandó a almacenes. Desde el comienzo de las hostilidades se ha mejorado la eliminación de municiones, aunque sólo parcialmente. 

Los arsenales deberían tener una misión especial. Por ejemplo, si va a ser destinado a almacenar munición de alto riesgo debería tener un perímetro. Lo ideal sería que estuviese bajo tierra en cámaras. Ahora es necesario abandonar el almacenamiento en espacios abiertos. Son vulnerables al sabotaje, y crean un riesgo innecesario en caso de negligencia o desastre natural/causado por humanos. En 2008 un fuego en el Arsenal 61° de Lozova empezó por unas hojas que se incendiaron. El viento las llevó a una zona de almacenamiento abierta donde había pólvora. Por suerte no había municiones explosivas, y existía perímetro. De esta manera los fragmentos sólo se expandieron alrededor de 1,5 kms, por lo que los daños fueron limitados. Estas mismas razones causaron el incendio en Balakley. Por ello es necesario aplicar las regulaciones necesarias al almacenamiento de munición.

Ahora que una parte significativa de la munición se ha eliminado o utilizado en la guerra, se debe trazar un plan de redistribución. Algunos arsenales están vacíos, y otros atestados. Es necesario instalar sensores (incendio, movimiento) y cámaras de seguridad. Hay que quitar árboles y evitar hierba seca. Se debe asegurar una protección adecuada del perímetro. Tras el inicio de la guerra hubo que enviar a soldados dedicados a la protección el inicio de la guerra hubo que enviar a soldados dedicados a la protección de estos arsenales. La custodia pasó a reservistas del VOJR, equipados con un fusil SKS y chalecos antibalas soviéticos. Sólo un arsenal dispone de perros para la protección. Esto no es fiable, los arsenales deben estar custodiados por personal especializado.

En las cercanías debe haber unidades listas para reaccionar con rapidez, de tal manera que puedan ser desplegadas en caso de ataque, y defender el arsenal de acuerdo a planes pre-establecidos.  Ahora todas las unidades principales están en el frente y no hay nada de esto. La coordinación con el SBU y policía se debe ajustar, y se debería controlar al personal en las bases y arsenales.

Fuentes y enlaces de interés:

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